Por motivos de trabajo suelo viajar bastante a diferentes ciudades de la península así como las Islas Baleares y las Islas Canarias. Al mismo tiempo, por motivos de trabajo no puedo exhibir mi condición de homosexual tal como a mí me gustaría. No obstante decidí abrirme un perfil en la web de bakala.org, ya que desde siempre me han atraído los chicos cuya estética coincide bastante con la mayoría de los perfiles que hay en bakala. Cada noche, y tras mi jornada laboral, entro en la web bakala.org intentando buscar algún encuentro sexual. En el perfil no tengo puesta ninguna fotografía, ni de cara (por supuesto), ni de cuerpo (que aunque no estoy fibrado suelo cuidarme bastante ya que intento ir al gimnasio 2 o 3 veces por semana, especialmente los fines de semana). Aunque soy pasivo, tampoco tengo puesta ninguna foto en la que se pueda ver mi culo, siempre por el temor a que alguien me reconozca. Cuando envío un mensaje a algún chaval que me llama la atención, siempre obtengo la misma respuesta “sin fotos claras de cara y cuerpo no hay sexo”.

En la empresa donde trabajo, el Director General me llama a su despacho y me dice que voy a tener que ir a Madrid con bastante frecuencia en los dos próximos meses, ya que se va a inaugurar una nueva oficina y tengo que ser yo el encargado de ponerla en marcha y asesorando al nuevo personal contratado. A partir de ese momento cambio mi localización en el perfil de bakala para ser visible a los chicos de Madrid, pero una vez más no me atrevo a poner fotos. Ya falta una semana para pasar tres días a la semana en Madrid, y empiezo a buscar perfiles que están conectados y que buscan sexo. Solo espero y deseo encontrar alguno que busque discreción y no pida fotos, ni de cara, cuerpo, culo o polla. Una vez más envío los mensajes a los chicos que me atraen, y bien no obtengo respuesta o bien la respuesta de siempre “sin fotos claras de cara y cuerpo no hay sexo”. Se me agotan los mensajes y decido a hacerme forofo para poder enviar muchos más mensajes. En esa semana veo innumerable perfiles, pero siempre veo conectado a un chaval de 30 años cuya descripción dice: “Chaval bakala busca pasivos para una buena sesión de sexo. Sin fotos, ni lo intentes”. En la descripción física pone 180 de estatura, 70 kg de peso fibrado, 20 cm de polla, y los tipos que les flipa: “ejército (uniformes), culturistas, policías, jugadores de rugby, tíos altos y moteros”. Pero sobre todo lo que más me pone son sur morbos sexuales, ya que son exactamente los que yo busco. En esa semana antes de viajar abrí su perfil unas 100 veces. Me sabía de memoria como era físicamente por todas sus fotos, su cara, su cuerpo rasurado y tatuado, su pollón y su actitud. La noche antes de mi viaje me decido enviarle un mensaje: “Por motivos de trabajo voy a pasar unos días en Madrid en un hotel céntrico. Soy ejecutivo, necesito discreción y por tanto no tengo fotos. Te diré que tengo 38 años buen cuerpo (no fibrado), 180 cm, 75 kg, un buen culo y muy pasivo. Me gustaría conocerte y pasar una noche de sexo intensa ya que soy muy morboso y vicioso, y estoy dispuesto a hacerte gozar”. Me quedo esperando a obtener la contestación, pero ésta no llega. Cuando había transcurrido media hora veo que había leído mi mensaje pero que no me había respondido. Una vez más abro su perfil y me vuelvo a empapar de todas sus fotos.

Al siguiente día, y tras la primera jornada de trabajo, me voy al hotel y deshago la maleta. Encima de la mesita dejo el cockring (que me gusta usarlo para el sexo) y una caja de preservativos. Tras una ducha me decido a dar una vuelta y como no me dirijo al barrio de Chueca. Tras pasear por diferentes calles, y dado que estamos en verano y hace bastante calor, me siento en una de las terrazas de la plaza de Chueca a tomar una cerveza bien fría. Me quedo observando a todos los que pasan por la plaza, y la verdad es que no paran de pasar tíos, algunos chulazos que no dudaría en follar con ellos. Recibí un mensaje del curro en el móvil, y tras leerlo y contestar, me quedo mirando a un chulazo que se encuentra en otra mesa más allá de la mía. El chulazo va vestido con zapas, chándal y una gorra de visera. Miro con más detenimiento y de repente me doy cuenta que es la misma gorra del chaval del perfil de bakala.org. No podría creérmelo y retiré la mirada, con bastante rubor. En ese momento me quedo pensando que es mi oportunidad, mi única oportunidad: ¡el chaval del perfil de bakala lo tenía a 10 metros de distancia! Estaba solo bebiendo otra cerveza. Vuelvo a mirarlo, esta vez de forma más descarada, y por mi mente pasan todas las fotos que yo había visto cientos de veces en la última semana. En un momento dado, cruzamos nuestras miradas y esta vez decido no apartar la mirada, pero él tampoco. Serían como 30 segundos, pero a mí fueron eternos. Nos sonreímos, pero creo que yo fui muy incisivo con una mirada penetrante. No sabía cómo actuar, así que termino mi cerveza de un trago y me dispongo a irme. Al pasar por su lado me dice: “Hola, ¿qué tal? No te había visto nunca por aquí, a lo que le contesto que estoy de paso por motivos de trabajo. En ese momento las miradas fueron mucho más intensas. No sé cómo reaccionar y le digo: me voy al hotel que está aquí cerca, y él me responde que puede acompañarme. Los 10 minutos que transcurren hasta el hotel apenas puedo modular palabras, solo estoy pensado que por fin tendré sexo con el chaval del bakala. Subimos al hotel, y apenas tras cerrar la puerta se vino hacia mí y comenzamos a morrearnos y a acariciarnos en el pelo, la cabeza. El pasa su mano sobre mi culo y yo paso la mía por su paquete, el cual era bastante abultado ya que la tenía totalmente dura. No dudo en ponerme de rodillas, abrirle la bragueta del pantalón y comenzar a comerme su paquetón por encima del slip, Aussie Bum de color rojo (siempre me ha puesto mucho lamer un paquete con unos slips ajustados). No podía aguantar más, así que le bajo el slip y por fin puedo tener el pollón de 20 cm (que me sabía de memoria por las fotos). A partir de ese momento estuve tragándome su polla sin parar, si bien él imponía el ritmo sujetándome por la cabeza, a veces de forma lenta y otras follándome la garganta hasta que me ahogaba o me daban arcadas. No sé cuánto tiempo me tuvo así, pero puede que fuese media hora más o menos. Yo estaba tan cachondo que solo deseaba que me pidiera follarme. Terminamos de desnudarnos (yo me puse el cockring), me puso a 4 patas sobre la cama y empezó a comerme el culo (yo me lo había rasurado la noche anterior). Nunca me habían comido el culo de esa forma, abriéndome las nalgas y metiendo la lengua lo más profundo que podía. Mientras yo gemía de placer y por mi mente solo pensaba en el momento de la follada. No tardó en venir, ya que él miró la mesita se puso el preservativo y empezó a follarme, primero lentamente hasta que dilaté (he de confesar que estaba tan caliente que no necesitaba lubricante, pues me había dejado el ojete lleno de saliva). A partir de ese momento perdí la noción del tiempo. Me folló en todas las posiciones, a 4 patas, cabalgando sobre su polla, yo boca arriba y él frente a mi (me ponía mucho más caliente ver su cara de placer mientras me embestía con todas sus fuerzas). Por mi mente, durante ese momento solo pensaba que era el más afortunado del mundo, ya que el chaval de bakala me estaba follando, lo había deseado tanto…

Empecé a notar como sus gemidos iban in crescendo y por tanto estaba a punto de correrse. Se quitó el condón y no tardó ni 2 segundos en soltar 6-7 lefazos de leche espesa, algunos de ellos incluso llegaron a la cara. En cuanto noté sus primeros lefazos yo me corrí como hacía tiempo no lo hacía. Me quedé extasiado y más vicioso aún por el hecho de tener todo mi cuerpo cubierto por su lefa. Él se acostó a mi lado con cara relajada y de placer también, lo intuía. Nos fuimos a la ducha juntos, y estando enjabonándole su torso le confesé: No te lo creerás, pero yo te conocía desde hace una semana. He visto tu perfil de bakala.org más de 100 veces deteniéndome en cada una de tus fotos y deseando tener una sesión contigo. Te envié un mensaje pero no obtuve respuesta, ya que dejabas claro que “Sin fotos, ni lo intentes”. Él agachó la cabeza, como si en ese momento se sintiera avergonzado, y me dijo: A partir de ahora contestaré a todos los mensajes de bakala.org, ya que este ha sido uno de los polvazos más morbosos y con más vicio que he tenido desde hacía tiempo. Se vistió y me dijo: “Cuando vuelvas por Madrid de nuevo, envíame un mensaje por bakala.org”.


Relato escrito por Atope en Bakala.org

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